Alejandra hace años que utiliza el hambre para adormecer un secreto inconfesable. Sus padres, desesperados, han recorrido sin suerte a las mejores instituciones hasta llegar a Roble Viejo, el lugar en el que Alejandra aprenderá que nada es lo que parece y que todos, como ella, tienen algo que esconder.
María Fornet consigue ofrecernos una perspectiva diferente de la salud mental. El lector se siente atrapado por unos personajes redondos y por sus historias más allá de la razón que los ha llevado a un centro como este.
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